En los confines de la vía lactea, astrónomos de todo el mundo detectaron una poderosa explosión, cuyo origen poco despues atribuirían a la destrucción de un giganteso satélite natural, al que denominaron Lost Artemis, sin embargo, el fenómeno espacial no tadaría en convertirse en prioridad para toda la Tierra al percatarse de que los fragmentos de esta "luna" estaban en curso de colisión con nuestro planeta. 100 años después, el día en que los restos de Lost Artemis impacten la Tierra está cada vez más cerca, pero el proyecto global destinado a destruirlos finalmente está por entrar en operación: iDOLs, gigantes mecánicos capaces de escapar de la atmósfera terrestre y reducir a polvo cualquier objeto estelar; pero existe un problema: dadas las extremas condiciones psicológicas a las que un piloto de iDOL se vería sometido, sólo muy selectos individuos estarían capacitados para pilotarlos.