Condenado a muerte, el ninja Gabimaru el Hueco se encuentra apático. Tras llevar una vida bañada en sangre, Gabimaru cree que merece morir. Sin embargo, cada intento de ejecutarlo fracasa inexplicablemente. Finalmente, se le pide a Sagiri Yamada Asaemon, miembro novato de un famoso clan de ejecutores, que acabe con la vida de Gabimaru; sin embargo, Sagiri no hace ningún movimiento para matarlo como se le pide.

Insistiendo en que Gabimaru no morirá por el amor que siente por su esposa, Sagiri le ofrece la oportunidad de obtener el perdón por sus crímenes. Si puede viajar a la isla de Shinsekyo y obtener el Elixir de la Vida -que supuestamente otorga la inmortalidad- y traerlo de vuelta para el shogun, entonces su libertad estará asegurada.

Pero de los muchos que han viajado a Shinsekyo en busca del mítico Elixir, ni uno solo ha regresado sano de mente, si es que lo ha hecho. Aunque desconoce los numerosos peligros que le aguardan, Gabimaru decide aceptar la oferta -junto a otros diez condenados a muerte- con la esperanza de que él y su esposa puedan vivir por fin en paz.