Los vampiros, seres sobrenaturales que se alimentan de la esencia vital de los desprevenidos por la noche, existen desde hace siglos. Sin embargo, Karin Maaka, estudiante de secundaria, es inusual, incluso entre los de su especie. A diferencia de su familia de vampiros, Karin padece policitemia desde que era una niña: un raro trastorno que le hace producir periódicamente cantidades excesivas de sangre. Y cuanta más sangre produce, más anémica y mareada se siente, lo que acaba provocándole frecuentes hemorragias nasales.

¿Su única solución? Forzar a extraños a beber su exceso de sangre, lo que sorprendentemente hace que estas "víctimas" se vuelvan más vivas y felices que antes. Sus hermanos -Anju, su reservada pero cariñosa hermana pequeña, y Ren, su mujeriego hermano mayor- ayudan a que sus habilidades permanezcan en secreto alterando la memoria de los humanos afectados, por lo que nadie se entera. Hasta que Kenta Usui, el nuevo compañero de clase de Karin, descubre que su comportamiento es sospechoso. Y para complicar aún más las cosas, Karin siente que su sangre reacciona de forma inusual a la presencia de Kenta.