Tras mudarse a su nuevo apartamento, el estudiante de la escuela de arte Tatsuhiko Kido descubre una grieta en su pared. Cuando se asoma al interior, hace contacto visual con su vecina, Emiru Ikuno, mientras se masturba. Se precipita a la puerta de al lado para aclarar el malentendido e informarle de la grieta, pero accidentalmente tropieza y cae sobre ella en el proceso. Para empeorar aún más las cosas, Emiru tiene ahora pruebas fotográficas que señalan claramente a Kido como agresor sexual. Kido se entera entonces de que Emiru tiene un fetiche por el voyeurismo, y es chantajeado para que deje la grieta como está.

Por desgracia para Kido, la cosa no acaba aquí. Emiru también asiste a la misma escuela de arte que él, y la verá mucho más de lo que le gustaría. Emiru y Kido se embarcarán en una amistad única con un potencial erótico salvaje.